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Las reuniones de rendición de cuentas en Cuba: ¿espacios para la participación o mecanismos sin impacto?

Las reuniones de rendición de cuentas (RRC) de los delegados municipales del Poder Popular en Cuba son uno de los pocos espacios donde la ciudadanía puede interactuar con las autoridades locales. Sin embargo, el impacto real de estas reuniones en la vida política y social del país es limitado. Este artículo analiza qué son las RRC, para qué sirven, sus limitaciones y las recientes suspensiones que afectaron su celebración.

¿Qué son las reuniones de rendición de cuentas?

Las RRC son reuniones en las que los delegados municipales rinden cuentas de su gestión ante los electores de su circunscripción. Según la Ley No. 132/2019 de Organización y Funcionamiento de las Asambleas Municipales del Poder Popular y de los Consejos Populares, estas reuniones son una obligación anual de los delegados, quienes deben informar a sus electores sobre su labor y escuchar sus planteamientos.

El artículo 90 de esta ley establece que las RRC tienen como objetivo evaluar el informe de gestión del delegado y recibir planteamientos relacionados con la comunidad. No obstante, la ley limita el alcance de los temas que pueden discutirse, circunscribiéndolos a problemas locales. Esto impide que se debatan asuntos de mayor envergadura, como la estructura política del país o el pluralismo partidista, aunque, en la práctica, algunos electores intentan expresar su descontento con la situación nacional.

¿Para qué sirven las reuniones de rendición de cuentas?

En teoría, las RRC son un mecanismo que permite a los ciudadanos participar en la toma de decisiones a nivel local, expresando sus preocupaciones y propuestas ante sus representantes. Esto incluye desde problemas cotidianos, como la insalubridad de las calles, hasta cuestiones más complejas, como la falta de acceso a alimentos o agua potable.

Según el artículo 91 de la Ley No. 132/2019, las RRC también son una vía para informar a los electores sobre la situación de la circunscripción, el municipio y el país. A pesar de esta intención, los temas nacionales suelen abordarse desde una perspectiva que no permite una crítica profunda al régimen político. Aun así, algunos ciudadanos, especialmente activistas por los derechos humanos y opositores políticos, utilizan estos espacios para plantear sus inquietudes y cuestionar las deficiencias estructurales del sistema cubano.

Limitaciones de las RRC

A pesar de su importancia teórica, las RRC presentan varias limitaciones que dificultan su efectividad. Una de las principales es que, aunque se permite la participación ciudadana, esta se restringe en la práctica. Los opositores políticos, periodistas independientes y defensores de derechos humanos encuentran obstáculos para participar en estas reuniones, lo que limita la diversidad de opiniones y reduce el impacto real de las RRC en la vida política del país.

Además, el hecho de que las RRC se celebren solo una vez al año y tengan un carácter formal y limitado en cuanto a los temas que pueden tratarse, reduce su capacidad para generar cambios reales en las comunidades. Aunque los delegados están obligados a recoger los planteamientos de los electores y tramitar los problemas conforme al procedimiento correspondiente, la solución efectiva de estos problemas es poco frecuente.

Otro factor que limita la efectividad de las RRC es la falta de un seguimiento real de las propuestas que surgen en estas reuniones. Según el artículo 96 de la Ley No. 132/2019, el delegado debe redactar un acta con los elementos más relevantes de la reunión y entregarla a la asamblea municipal. Sin embargo, no siempre se garantiza que estos planteamientos sean discutidos o resueltos de manera eficiente.

Las suspensiones de las RRC

Las RRC programadas para octubre de 2023 y enero de 2024 fueron suspendidas por el Consejo de Estado debido a las pésimas condiciones económicas y sociales en el país. Esta decisión violó lo establecido en la Ley No. 132/2019, que obliga a los delegados a rendir cuentas al menos una vez al año.

La suspensión de estas reuniones no solo impidió a los ciudadanos expresar sus preocupaciones, sino que también les negó el acceso a información clave sobre la gestión pública. Las RRC son un espacio donde los electores pueden conocer los avances y retrocesos en la gestión municipal, por lo que la suspensión de las mismas afectó gravemente la transparencia y la rendición de cuentas de los delegados.

A pesar de que las RRC están programadas para reanudarse en septiembre de 2024, no se puede descartar la posibilidad de que sean suspendidas nuevamente. El régimen cubano tiene un control absoluto sobre cuándo y en qué condiciones se celebran estos espacios, lo que pone en evidencia las limitaciones del sistema para garantizar una participación ciudadana efectiva.

¿Qué esperar de las próximas RRC?

La reanudación de las RRC en septiembre de 2024 ofrece una oportunidad para que los ciudadanos vuelvan a participar en estos espacios deliberativos, aunque las expectativas de cambios reales son bajas. Las características autocráticas del régimen político cubano limitan la capacidad de las RRC para convertirse en un mecanismo democratizador.

Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil dentro de Cuba pueden aprovechar estas reuniones para realizar observaciones minuciosas y obtener información sobre el ambiente político a nivel local. Además, pueden utilizar estos espacios para plantear cuestiones que trasciendan el ámbito local y aborden problemas más estructurales del sistema político cubano.

Es importante que los ciudadanos que decidan participar en las RRC lo hagan con la intención de exponer sus preocupaciones y exigir respuestas claras y verificables por parte de sus delegados. Aunque no se espera que las RRC transformen radicalmente el panorama político en Cuba, no se debe desaprovechar la oportunidad de utilizarlas como un espacio para denunciar las deficiencias del régimen y presionar por mejoras en la gestión local.

Conclusiones

Las RRC son uno de los pocos espacios donde los cubanos pueden interactuar con sus representantes políticos, pero su impacto real es limitado debido a las restricciones impuestas por el régimen. Aunque estos espacios permiten a los ciudadanos expresar sus preocupaciones y recibir información sobre la gestión pública, las suspensiones recientes y la falta de seguimiento a los planteamientos han reducido su efectividad.

A pesar de estas limitaciones, las RRC siguen siendo un mecanismo importante para que los ciudadanos expresen sus inquietudes y para que las organizaciones de la sociedad civil obtengan información sobre el ambiente político local. Las próximas reuniones en septiembre de 2024 ofrecerán una nueva oportunidad para que los ciudadanos vuelvan a utilizar este espacio para hacer escuchar sus voces, aunque las expectativas de cambios significativos siguen siendo bajas.

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