La nueva Constitución sancionada en 2019 ha sido publicitada como un avance hacia la modernización del Estado y sus mecanismos. Sin embargo, la sociedad civil no ha percibido grandes cambios desde que ha comenzado su implementación. Ha sido resaltado por diferentes organizaciones y referentes de la sociedad civil independiente que, entre las cuestiones más importantes en las que se aparenta un cambio que no se refleja en la realidad, está el sostenimiento de restricciones y ambigüedades en lo referente a la participación ciudadana en la elaboración, reforma o propuesta de leyes y modificaciones a la Constitución.
Dedicamos el informe del mes de septiembre del año 2020 del Observatorio Legislativo de Cuba a este tema. Comenzando con una breve caracterización de los métodos usados en otros países de la región para la incorporación de propuestas ciudadanas a la legislación, la situación en Cuba con la anterior y con la nueva Constitución, tratando de encontrar cambios y continuidades entre las mismas y esbozando las posibilidades existentes en el presente y en el futuro.
